SOBRE EL TIEMPO Y LA PERSPECTIVA
Ayer me acordé de ti. Recordé lo que hace años te escribí. Empezaba diciendo que nuestra historia no tenia final y que estaba llena de nada. Los años me han hecho cambiar la perspectiva, conozco mucho más a los gatos y ahora ya no duele escribirte. Tardé mucho más de lo que piensas en olvidarte. Y mucho más en entender lo que había entre nosotros. Lo que yo era para ti. Lo que tu eras para mí. Y ayer por primera vez comprendí cual fue nuestro final. Tu, insistente, tenías ganas de verme después de un largo verano donde no apareciste. Aún hacia algo de calor aquella tarde en aquel banco debajo del roble. Tu, con las mejillas rojas por el sol, bromeabas con mi pelo y tu cuerpo parecía estar cada vez más cerca del mio. Tus ojos me estaban pidiendo algo que no logré entender, pero tu tenías que marcharte de nuevo por un largo tiempo. Te había esperado mucho, y en cierta manera seguía esperando. Pero algo en mí había cambiado. Y...